El Banco Central de México se encontrará atento y preparado ante los diferentes escenarios que puedan presentarse tras las elecciones presidenciales de julio, dijo el gobernador de la entidad, cuando falta un mes para los comicios hacia los que Andrés Manuel López Obrador marcha como favorito.
Alejandro Díaz de León, quien dirige la entidad desde hace seis meses, señaló que con un cambio de Gobierno en diciembre “puede haber muchos escenarios” y que el proceder de la entidad es procurar una inflación baja y estable y, en su ámbito, que la estrategia macroeconómica procure estabilidad.
De acuerdo con la última encuesta de El Financiero, la intención de voto por López Obrador es de 46 por ciento, 20 puntos arriba de Ricardo Anaya (26 por ciento), mientras que José Antonio Meade, candidato de la coalición ‘Todos por México’, cuenta con 20 por ciento de las preferencias.
López Obrador, quien ha afirmado que respetará la autonomía del Banco de México (Banxico) y que no expropiará ni estatizará empresas ni bancos, ha sido acusado por sus opositores de querer implantar en México medidas “populistas” similares a las del fallecido presidente Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, país sumido en una profunda crisis económica y social.
El político de 64 años, que competirá por tercera vez seguida por la Presidencia, responde que no imitará modelos foráneos sino fórmulas mexicanas y que revisará decenas de contratos petroleros licitados desde el 2015 para analizar si fueron adjudicados sin corrupción.
Pero su discurso de gobernar para favorecer a los más pobres, cerca de la mitad de los 125 millones de habitantes del país, ha generado dudas sobre si podrá hacerlo sin una expansión excesiva del gasto con consecuencias inflacionarias.